Desde que te conozco las estrellas
se volvieron infinitas y mis noches
dejaron de ser frias.
En mi corazón todo los días
es verano y el invierno
incluso luce cálido.
Tu eres la respuesta a esa
pregunta que tantas veces
le hice yo al cielo.
Te haz vuelto ese amuleto
al que me encomiendo cuando
tengo miedo, ese amuleto
en el que me refugio
cuando no hay luz en el universo.